Esa noche teníamos un motivo para beber como locas...era el cumpleaños de la mi amiga Yelenah. Desde el momento en que nos conocimos nos unió una gran amistad… estar tan lejos de mi país,sin hablar el idioma, pasando apenas en Agosto un frío (para mí en ese momento) hereje y enfrentarme a la cultura rusa/ucraniana… era una prueba bastante fuerte.
No puedo negar que había “algo más” que me atraía a ella, sólo que para ese momento de mi vida todavía me encontraba bastante “encerrada en mi closet”.
En toda la ciudad éramos 5 venezolanos en teoría, en la práctica solo 4, pues una de ellas estaba casada con un árabe y él no la dejaba salir más que de la universidad a la casa y visceversa… 3 de nosotros terminamos alquilando un apartamento juntos, era perfecto pues compartíamos los gastos y nos apoyabamos mutuamente, solo había un problema….
Él la quería a ella tanto como yo... Él sí que lo demostraba, yo menos….pero ella… jugaba con ambos. Y ahí es donde entran en el juego nuestras queridas amigas “Stalichnaya” y “Moskowskaya”, siempre que ellas estaban presentes, todo se ponía más enredado… Él se llenaba de valentía, ella…lo calentaba, yo siempre muy diplomática me mantenía al margen….y cuando la cosa se ponía seria entre hombre y mujer… era cuando Yelenah venía a mi lado, me abrazaba buscando consuelo pues ella no terminaba de entender a los hombres y terminabamos besándonos… Nunca llegamos a más nada, aunque más de una vez lo intenté, pero esa noche…..
Éramos 6 personas al final de la fiesta , su hermano y su mejor amiga entre otros y después de estar ya en un estado bastante vergonzoso de embriaguez, decidí irme a la “cama”…
La definición cama es realmente mucho decir en éste caso, pues lo que teníamos en aquella época de estudiantes pobres, eran unas 6 colchonetas que poníamos en el suelo de nuestro apartamento de un solo cuarto…
No sé quién fué el último en apagar las luces esa noche, pues yo ya estaba más que dormida, lo que sé, es que en un momento… mis sueños se hicieron realidad…ella, acostada a mi lado, se acercó a mi espalda y me abrazó… muchas otras noches lo hacía también pero… esta vez era diferente..., respiraba muy aceleradamente y yo podía hasta sentir los latidos de su corazón, su aliento en mi cuello, el calor de su cuerpo. Se metió debajo de mi cobija y seguía abrazándome…comenzaba a acariciarme y en un momento dejó perder su mano por debajo de mi camisa..hmmm, en ese momento yo solo pensaba…Dios ésto no puede estar pasando y mucho menos hoy con tanta gente en la casa!!!
Su respiración se aceleraba cada vez más… y yo me preguntaba solamente si el resto de los que estaban en el cuarto estaban dormidos o no…y el hermano por encima de todo…en qué parte del cuarto se encontraba??? hmmm.
Ahora o nunca, o me arriesgo o no sucederá jamás… y eso fué lo que hice, me arriesgué, tomé su mano y comencé a besarla y uniéndo todas las fuerzas que me acompañaban en ese momento me volteé para tomarla también entre mis brazos…y SORPRESA….La protagonista de esa escena de pasión no era otra que la mejor amiga de Yelenah…
El resto de la escena transcurrió, después del primer momento de confusión, tal y como ella lo había planeado…
Al levantarnos a la mañana siguiente para desayunar comenzó a latir de nuevo mi corazón, ésta vez no de pasión, sino de miedo…y si alguien se dió cuenta? Y si alguien nos escuchó??….pero nadie dijo nada, por lo menos en ese momento….